Nuestra historia tiene origen e inspiración en la leyenda japonesa del monte Fuji junto con Kaguya, La Princesa de la Luna.

Cuenta la leyenda que un pobre anciano se encontró una pequeña niña y junto a su esposa, decidieron que lo mejor sería adoptarla y cuidarla como propia. La niña fue nombrada como Kaguya (Luz brillante).

Kaguya creció de tamaño normal con el tiempo y con ello lo hizo también su belleza. Los rumores llegaron hasta oídos del mismísimo emperador. Cuando la vio por primera y única vez, el emperador quedó anonadado con su espléndida belleza, no lo pensó dos veces antes de ofrecerle casarse con ella y llevarla a vivir a su imperio, pero Kaguya lo rechazó.

Los días y los meses pasaron y la pobre Kaguya se mantenía en una constante tristeza. Ella les confesó que realmente no era humana y que no pertenecía a la tierra, ella provenía de la luna, pues era la princesa de la luna y pertenecía al reino de Tsu-ki-no-Miyako, sus verdaderos padres la enviaron a la tierra para protegerla y cuando ella creciera lo suficiente, entonces la gente de la luna volvería por ella, es por eso que no podía aceptar matrimonio, ni mucho menos enamorarse, ya que la buscarían en la próxima luna llena y para eso no faltaba mucho tiempo..

Kaguya, antes de irse, le había dejado una carta a sus padres y un extraño frasco, pidiéndoles que cuando ella se fuera, se lo entregaran al emperador. La carta expresaba los nobles sentimientos de Kaguya y el frasco contenía como obsequio nada más y nada menos que el elixir de la vida eterna.

El emperador le pidió a sus hombres que lo llevaran a la montaña más alta de Japón, en la cual, al llegar a la cima, éste hizo una fogata en la que arrojó la carta y vació el elixir de la vida eterna, puesto que él no deseaba vivir por siempre si no podía hacerlo al lado de su amada. Lo arrojó a las intensas llamas esperando que el humo llegara hasta la luna, para comunicarse por última vez con su amor. El Elixir fue tan intenso que ardió en fuertes brasas hasta el fondo de la montaña, ardiendo en su interior, convirtiéndolo en un volcán por el resto de sus días, un volcán que sacaría humo por siempre, el cual nunca dejaría olvidar a Kaguya su amor, uniéndonos en la eternidad.

Ese volcán se le conocería como el Monte Fuji y su nombre se deriva de la palabra Fushi (不死) que quiere decir inmortalidad.

La palabra Netsu deriva del significado japonés de "cálido" o "calor profundo".

Hemos escogido este término para hacer referencia a la leyenda japonesa del que tenemos como mundo de inspiración basándonos en el Monte Fuji y la Princesa de la Luna…

Por esto mismo presentamos un concepto basado en crear productos que traigan luz al hogar de cada persona, llegando de una forma mucho más personal, pudiendo escoger tanto la forma, el color y la esencia…

Nos enorgullecemos de garantizar que nuestros clientes reciban un producto de calidad elaborado a partir de fuentes renovables, naturales, cruelty free y veganas de la mejor forma posible…

Además, lo que realmente hace especial a cada pedido Netsu Studio, es que cuidamos siempre los pequeños detalles, tanto en la elaboración como en nuestro packaging.

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